Alarmas – Panico
ALARMAS DE PÁNICO – SILENCIOSAS
Las alarmas silenciosas son dispositivos ocultos de seguridad electrónica y como su nombre lo indica, no suenan en lugar donde son activadas, y son colocadas de manera estratégica donde puedan ser presionadas sin ser percibidas, al momento de detectar un riesgo o peligro. Según su propósito pueden ser: botón de pánico, alarmas anti coacción y alarmas anti atraco. Cada una aporta una señal diferente que indica ante cual situación de peligro se encuentran. Por lo general, la atención de respuesta ante estas alarmas es rápida y oportuna, tomando en cuenta que es muy poco probable que sean accionadas de manera accidental, de igual manera es importante ser muy precavidos en su uso, porque puede resultar muy peligroso si los criminales se percatan de la activación de la alarma y se sienten descubiertos.
Al pulsar las alarmas silenciosas se envía una señal cuya acción estará previamente programada; ya sea una llamada telefónica a un servicio de emergencia o señal luminosa y/o acústica en puestos de vigilancia para intentar tener la respuesta oportuna y eficaz por parte de los organismos de seguridad correspondientes. Estos dispositivos son colocados mayormente cerca de cajas registradoras, cajas de seguridad, baños, armarios, entre otros, para garantizar que están a la mano al momento de necesitar ser accionadas.
Según la función que cumplan, las alarmas silenciosas pueden ser:
.- Botón de pánico: que indica a la central receptora que se está ante la presencia de un incidente o emergencia, más no es un robo.
.- Alarmas anti coacción: se activa al ingresar un código de coacción en el sistema, diferente a los que se utilizan para activarlo o desactivarlo, lo cual indica a la central que la acción realizada por el usuario autorizado de la alarma no es voluntaria sino forzada, por lo cual es necesaria la presencia de las autoridades competentes.
.- Alarmas anti atraco: existen de variados modelos (llaveros, colgantes, botones, pedales) para que puedan pasar desapercibidas, y su función principal es poder ser accionadas ante la presencia del riesgo de robo o atraco, para recibir una atención oportuna por parte de la policía sin alertar al ladrón de que ha sido activada una alarma.
Por lo general, los sitios donde son más comunes y es más beneficiosa la instalación de estas alarmas son las entidades bancarias, financieras, joyerías, o donde se manejan grandes sumas de dinero.